Visitar la Tomatina de Buñol en Valencia, España

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La Tomatina de Buñol en Valencia

España no se entiende sin sus tradiciones y fiestas populares. San Fermín, la Semana Santa, Las Fallas… son muchas, pero si hay una que destaca por su originalidad es la Tomatina.

A 40 kilómetros al oeste de Valencia se encuentra Buñol, localidad en la que cada último miércoles de agosto se celebra la festividad.

Hoy vamos a conocer mejor dónde, cómo y porqué se celebra la divertida Tomatina de Buñol.

¿Dónde se realiza la Tomatina?

La localidad de Buñol se encuentra a tan solo 40 minutos en coche del centro de Valencia y a menos de media hora del aeropuerto de esta ciudad.

Buñol es un pueblo de apenas 9.400 habitantes, en el que podemos encontrar piezas arquitectónicas de gran valor. La mayoría de los monumentos se encuentran en el casco histórico de Buñol. Merecen una visita el Parque de San Luis, la Iglesia Parroquial de San Pedro o el Molino Galán. Cerca de este último esta la calle dónde se celebra la Tomatina.

Pero la joya de Buñol es su castillo, uno de los que mejor estado de conservación presenta en toda la Comunidad Valenciana. Construido entre los siglos XI y XII, está ubicado entre la antigua frontera que separaba Castilla de Valencia.

Historia de la Tomatina

Solo por el conjunto arquitectónico del casco histórico de Buñol ya merece la pena visitar esta localidad, pero por lo que estamos en este artículo es para descubrir su fiesta más famosa: la Tomatina.

¿Cómo surgió la Tomatina?

No es que los soldados de la época medieval defendieran su castillo a tomatazos, sino que el comienzo de esta festividad tiene su origen en un momento muy cercano a nuestro tiempo.

En el año 1945, un grupo de jóvenes que veía pasar el desfile de gigantes y cabezudos de las fiestas patronales de Buñol se introdujo en medio del desfile entorpeciendo a los participantes, hasta que uno de los artistas cayó al suelo y, notablemente enfadado, decidió acometer contra los jóvenes. Cerca del lugar del incidente, la trifulca acabo llegando a un puesto de verduras callejero en donde los implicados empezaron a lanzarse tomates a diestro y siniestro hasta que la policía disolvió el combate.

Pasado un año, y viendo lo divertido que había sido el año anterior, los jóvenes decidieron realizar la misma pelea a tomatazos, pero esta vez de forma deliberada. Llevaron tomates desde sus casas y en medio del desfile arremetieron contra todo aquello que se movía entre risas y el enfado de algunos asistentes. Una vez más la policía tuvo que intervenir.

Durante años los jóvenes trataron de repetir esta colorida batalla, pero siempre fue reprimida por la policía, hasta que en 1957 se celebró “el entierro del tomate”, una manifestación de las personas que estaban a favor de la Tomatina para que se pudiera celebrar el acto. Y así fue, hasta nuestros días, como se creó de la nada una de las fiestas populares más divertidas de España.

Curiosidades de la Tomatina

Ahora que conocemos como se creó esta fiesta popular, si echamos la vista atrás y viajamos a 2019, ya que en 2020 y 2021 no se pudo celebrar a causa de la pandemia del coronavirus, casi 22.000 personas tomaron parte en la batalla a tomatazos en Buñol, donde se utilizaron 145.000 kilos de tomates. No pienses que se está desperdiciando comida ya que los tomates usados son descartados y no aptos para el consumo.

Para todas aquellas personas que quieran ir a la Tomatina, recomendamos un atuendo en el que no falten unas gafas de natación o cualquier otro tipo de protección ocular. El ácido de los tomates puede llegar a tornarse muy molesto contra los ojos.

Otra de las curiosidades de esta festividad es que el nombre Tomatina esta acuñado por el Ayuntamiento de Buñol, y en caso de que cualquier otro pueblo quisiera realizar una batalla campal a tomatazos, no podría nombrarlo de la misma manera que en la localidad valenciana.

Nunca verás nada igual a la Tomatina de Buñol

Si tienes la oportunidad de ir a la Tomatina, no lo dudes y reserva con tiempo, las entradas se agotan muy rápido al ser limitadas por el aforo máximo permitido.

Esta fiesta, recuperada en 2022 tras el parón de la pandemia, es única en el mundo, y el turismo necesita experimentar las tradiciones que mantienen la esencia de un lugar, que tiene también una bella historia y cultura.