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Qué ver en Toledo
La antigua capital del Imperio Español, entre 1519 y 1561, se encuentra a tan solo 1 hora del centro de la actual capital de España, Madrid.
Castilla-La Mancha es para muchos, una tierra desconocida, pero hoy vamos a recorrer las calles de una de las ciudades con más historia del país, en la que durante muchos años gobernaron musulmanes y castellanos, y que incluso cuenta con un barrio judío.
Por todo esto y más, hoy te invitamos a conocer Toledo, un increíble crisol de culturas con una historia fascinante.
Toledo desde fuera
La ciudad nos espera, pero antes, porque no dar un paseo rodeándola. La situación del casco antiguo, situado en una colina y rodeada por el río Tajo, nos da una explicación de porque Toledo fue una de las fortificaciones más importantes de la época medieval española.
Desde el mirador del valle podemos admirar la ciudad en todo su esplendor. Está situado al sur, y los atardeceres desde aquí son el mejor bálsamo para un mal día.
Si caminamos un poco podremos llegar hasta el Puente de Alcántara. Justo debajo del Alcázar de Toledo, se alza por encima del río Tajo, por lo que la postal es inmejorable. Su estructura de piedra fue construida por los romanos en el siglo II, y cuenta con una longitud de casi 200 metros. Y ahora sí, toca cruzarlo para adentrarnos en Toledo y conocer así un pedazo de su historia.
Casco Antiguo de Toledo
Toledo, declarada capital de facto de Castilla-La Mancha, cuenta con uno de los cascos antiguos más distinguidos de España. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, en el encontramos los edificios más emblemáticos de la historia Toledana.
La Catedral de Santa María, construida entre los siglos XIII y XV, es uno de los principales monumentos de la ciudad. De estilo gótico, en el interior encontramos una capilla mayor y un retablo que merece la pena visitar. Destacan también sus bóvedas y sus vidrieras, que guardan secretos que solo podrás admirar desde dentro.
A 500 metros de la catedral se encuentra el que quizás sea el edificio más emblemático de Toledo. Situado en la parte más alta de la colina encontramos el Alcázar de Toledo, construido en el siglo XVI, cuando la ciudad fue capital, para alojar a el rey Carlos I y toda su corte. Antiguamente el lugar que en el que hoy se sitúa el alcázar estaba ocupado por construcciones romanas que datan del siglo III.
Si lo quieres visitar, puedes hacerlo de forma gratuita visitando la biblioteca pública de Castilla-La Mancha, situada en uno de los torreones. En su última planta cuenta con una cafetería perfecta para admirar la ciudad desde su punto más alto, acompañados de un café o una infusión.
También es posible visitar el interior del Alcázar con visitas guiadas como las que mostramos debajo de este artículo, que sin duda merecen la pena para conocer como este edificio fue tan castigado por las guerras y los combates. Fue casi totalmente destruido en 1936, durante la Guerra Civil, pero se reconstruyó tal y como hoy lo conocemos.
Tras conocer la historia del emblemático Alcázar, podemos acercarnos a admirar el Monasterio de San Juan de los Reyes, construido en el siglo XV por orden de los Reyes Católicos. De estilo gótico, su joya es el patio interior.
En esta edificación eligieron ser enterrados los Reyes Católicos si fracasaban en su idea de conquistar Granada a los musulmanes. Cuenta con una iglesia, pero la belleza la encontramos en los pasillos del claustro, sin duda la guinda del pastel que construyó Enrique Egas.
A partir de este hermoso monasterio podemos adentrarnos en plena judería de Toledo. El barrio judío se muestra en todo su esplendor como uno de los más pintorescos de la ciudad. Sus estrechas calles acogen hoy pequeñas tiendas y restaurantes en donde podemos comprar souvenirs o comer un plato de la exquisita cocina manchega.
Uno de los edificios más emblemáticos de este barrio es la Sinagoga de Santa María la Blanca. Con un interior austero en cuanto a mobiliario, podemos maravillarnos con sus 32 pilastras de estilo mudéjar. Fue una de las 13 sinagogas que existieron en Toledo, que fueron desapareciendo poco a poco debido al antijudaísmo instaurado en las distintas épocas medievales.
Días y días de historia
Toledo no termina aquí. Si quieres conocer a fondo la ciudad, puedes pasar mucho tiempo visitando cada uno de sus edificios emblemáticos, ya que cada uno guarda un pedazo de historia tanto en su fachada como en el interior.
Sin duda la bellísima ciudad de Toledo merece una visita en tu próximo viaje.