Ubicada al noreste de Roma, la Villa d’Este es una auténtica joya a la que merece la pena dedicarle una visita. Diseñada por el arquitecto Pirro Ligorio en el siglo XVI para el cardenal Ippolito II d’Este, se trata de un complejo de gran tamaño con unos jardines de diseño italiano y un palacio renacentista sumamente hermoso.
La obra tardó 20 años en completarse debido a lo ambiciosa que resultaba. Actualmente, la villa ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, otro motivo más por el que no puedes dejar de conocerla.
Pasear por sus jardines con más de 500 fuentes, abundante vegetación y hasta un sorprendente órgano que reproduce distintas melodías, gracias al movimiento del agua, es una experiencia realmente única.
Visitar Villa d’Este en Tivoli
La Villa d’Este se encuentra en la localidad de Tívoli, muy próxima a la Villa Adriana. Cuenta la historia que, con el período más decadente del imperio romano, la Villa Adriana fue repetidamente saqueada por la familia d’Este para decorar y abastecer su propia villa, por lo que, gran parte de las esculturas y demás obras de arte que podrás ver aquí, eran originalmente de Villa Adriana.
Si decides visitar ambos lugares, podrás observar como una conserva todo su esplendor, mientras que la otra parece un sitio casi abandonado.
Qué ver en Villa d’Este
Sus jardines son, sin duda, lo más admirable de todo el lugar, al pasear por ellos podrás disfrutar de sus tantas grutas y nenúfares, sus fuentes y esculturas. Su construcción de tipo aterrazado es de estilo manierista, algo muy común a finales del Renacimiento.
Caminar por sus espacios verdes te hará sentir parte de la historia, estarás pisando los mismos sitios que transitaran algunas de las personalidades más importantes de Italia.
Su dueño, el Cardenal Ippolito II d’Este, provenía de la familia Borgia, y su abuelo era nada menos que el papa Alejandro VI, por lo que esta suntuosa villa ha recibido visitantes, tanto del clero como de las familias más poderosas de la sociedad italiana.
El palacio, que se ubica en el centro de la villa, también es obra de Pirro Ligorio, quien supo darle al lugar todo el esplendor que aún hoy sigue conservando.
¿Por qué merece la pena visitar Villa d’Este de Tívoli?
Se trata de una muestra del poderío de los Borgia, una de las familias más importantes y poderosas en la historia del país, dado que Ippolito II d’Este era hijo de Lucrecia Borgia y Alfonso I d’Este.
La villa en sí es toda una obra de arte, la decoración de los salones estuvo a cargo del pintor Livio Agresti de Forlì. Los frescos en sus techos y paredes, así como la gran cantidad de esculturas y detalles en mármol, traídos de la Villa del emperador Adriano, convierten a este lugar en una verdadera joya a otro nivel.
Ubicada a tan solo unos 35 minutos de Roma, la Villa d’Este es tal vez uno de los mejores ejemplos de toda la belleza y la grandeza de otros tiempos. Además, es un lugar ideal para pasar el día caminando por sus jardines, tomando fotografías y deleitándose con la belleza de sus salones.
El órgano de agua de Villa del Este
Otra de las curiosidades del lugar es su órgano acuático, el cual reproduce diversas melodías por medio de un sistema tubular, a medida que el agua de la fuente se mueve.
Una obra curiosa y absolutamente novedosa, el agua libera el aire y lo impulsa a través de las tuberías, las cuales funcionan como amplificadores naturales del sonido. Cada hora se dejan escuchar 4 melodías diferentes de estilo georgiano.
Entradas a Villa d’Este ticket y tour
A diferencia de la vecina Villa Adriana, la Villa d’Este se ha mantenido prácticamente intacta, por lo que visitarla es un auténtico viaje atrás en el tiempo.
Los amantes de la historia quedarán maravillados. Una experiencia que no puedes dejar de vivir si te encuentras de vacaciones en Roma y puedes hacer una breve escapada.
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¡Disfruta de este viaje maravilloso por Italia!