La Pedrera es como se conoce popularmente a la Casa Milà, un edificio modernista situado en el Paseo de Gracia de Barcelona, obra del genio Antonio Gaudí, que la construyó entre los años 1906 y 1912. El motivo de este sobrenombre es su particular fachada, que se asemeja a una cantera de piedra, con formas y curvas imposibles.

El edificio fue un encargo del industrial Pere Milà i Camps y su esposa, y se proyectó como residencia familiar pero también con viviendas para alquiler. Hoy en día, acoge la sede de la Fundación Catalunya-La Pedrera y un centro cultural que organiza múltiples actividades, pero todavía algunas de aquellas viviendas están ocupadas por inquilinos, que tienen la fortuna de vivir en un entorno absolutamente inspirador y creativo.

Si bien fue construida como dos bloques de viviendas con acceso independiente, ambos comparten una misma fachada, y se comunican a través de dos grandes patios interiores. Su estética, aún hoy, resulta innovadora y vanguardista, lo que nos da una idea de hasta qué punto fue rompedor en su época un diseño como el de este singular edificio.

De hecho, puede considerarse que La Pedrera de Barcelona fue una construcción absolutamente diferente en todos los aspectos a los esquemas existentes en la arquitectura de inicios del siglo XX. Su concepción no es novedosa únicamente en aspectos estéticos, sino también en otros más funcionales.

Hay distintos tipos de visitas guiadas en Casa Milà. Aparte de la visita estándar, hay un tour nocturno llamado “Pedrera The Origins” que se complementa con un bello espectáculo audiovisual en la azotea del edificio acompañado con una copa de cava.

Para visitar La Pedrera hay que ceñirse a determinados horarios, ya que hay unos cupos establecidos. Acceder pasado el mediodía puede ser un tanto complicado, ya que una vez dentro, no hay un tiempo estipulado de permanencia, con lo cual los grupos posteriores deben esperar a que los primeros vayan desalojando para poder entrar. De ahí que no sea extraño ver que se forman colas y aglomeraciones en la entrada.

Para reservar la visita y evitar las colas pueden adquirirse por internet los tickets para la Pedrera aquí. Esta entrada incluye una audio guía que aporta valiosa información para permitir conocer interesantes detalles acerca del edificio y hace que la visita sea mucho más completa.

El punto de inicio de la visita es la terraza, desde la que es posible disfrutar de unas preciosas vistas de la ciudad y de los patios interiores. Desde allí se continúa hacia las plantas inferiores, en las que se tiene oportunidad de ver una serie de maquetas de la obra de Gaudí y algunas habitaciones con la decoración original de cuando el edificio fue inaugurado.

Aunque no es posible acceder ni a las oficinas ni a las viviendas de quienes allí habitan, puede disfrutarse en su interior de exposiciones y distintos tipos de actividades, que complementan la increíble experiencia visual que supone la mera contemplación de las formas creadas por Gaudí en la decoración de este singular edificio. La visita finaliza en la Tienda de la Pedrera, donde pueden adquirirse libros y algunos objetos, que, sin duda, servirán para rememorar este inolvidable recorrido por una de las más emblemáticas obras de Gaudí.