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Visitar Croacia es una de esas experiencias que sorprenden y maravillan por lo inesperado de los bellos lugares que se llegan a descubrir. Se trata de uno de los destinos más cautivantes que puedas imaginar.
Con su historia y sus bellos paisajes naturales, transitar sus ciudades, disfrutar sus islas y conocer un poco de su pasado como parte del imperio romano, te aseguramos que no te dejará indiferente.
Definitivamente, una de las joyas mejor guardadas del país es la ciudad de Split, lugar que se posiciona, año tras año, como destino preferido por muchos viajeros.
Visitar Split en Croacia
Con menos renombre tal vez que Dubrovnik o su capital, Zagreb, Split es la principal ciudad de la costa de Dalmacia y uno de sus rincones más pintorescos.
El corazón de la ciudad es el imponente Palacio de Diocleciano, pequeña ciudadela amurallada y antigua residencia del emperador, que fuera construida entre el siglo III y el siglo IV.
Actualmente, en su interior late la vida de Split en su máximo apogeo, con mercados, viviendas, callejuelas de piedra y un pasado muy vigente que se encuentra al alcance de la mano. Es por todo ello que el interior del palacio es uno de los imprescindibles de nuestro viaje a Split.
El emperador Diocleciano fue el primero en abdicar a su cargo y, para el palacio que sería su residencia permanente, encargó traer directamente desde Egipto nada menos que una esfinge, además de enormes columnas de mármol y otras maravillas.
Recorrer Split lugares destacados
Diocleciano dedicó parte del palacio a erigir un templo al Dios romano Júpiter. Con los años, y el advenimiento de la fe cristiana, el templo se transformó en el baptisterio de la catedral.
A un lado del antiguo templo nos encontramos con una de las curiosidades de la ciudad, la calle Pusti me da prodjem (la calle “Déjame pasar”), una diminuta callecita de piedra en donde no caben dos personas al mismo tiempo. Definitivamente uno de los rincones más fotografiados de de Split.
Un recorrido tranquilo por la ciudad nos llevará a la Plaza de Prokurative (o Plaza de la República), un lugar ideal para hacer una pausa y tomarnos un café, mientras disfrutamos de este hermoso espacio abierto, el cual nos recuerda poderosamente a la Piazza San Marco, en Venecia.
Si nos dirigimos rumbo al este, allí nos toparemos con el Riva (o Paseo Marítimo), un lugar sumamente importante en la vida social de Split.
Este paseo peatonal se ha convertido en el punto de reunión de jóvenes y turistas, lleno de restaurantes, bares y cafés.
La vista de ese mar turquesa y su bello embarcadero nos ofrecerá algunas de las mejores postales de la ciudad.
En nuestro recorrido no podemos dejar de visitar la mítica Catedral de Split. Construida en el año 350, es la catedral católica más antigua del mundo.
Desde lo alto de su bello campanario podremos obtener unas increíbles vistas de toda la ciudad y del Palacio de Diocleciano. La subida al campanario es de pago y merece absolutamente la pena.
El pasado romano de la ciudad de Split no se queda sólo en el palacio, los amantes de la historia se llevarán una grata sorpresa con las ruinas romanas de Salona.
Se trata de un importante complejo arqueológico, con restos de un gran anfiteatro, con capacidad para 18.000 personas.
Salona fue una de las urbes más poderosas de la región en tiempos del imperio, en donde llegaron a vivir más de 60.000 personas.
Visitar la isla de Brač
Pero no todo es caminar y revivir la historia, Split tiene algunas islas verdaderamente cautivantes por lo que, si tienes pensado viajar en los meses de verano, no puedes dejar de visitar, por ejemplo, la paradisíaca isla de Brač, con sus playas de ensueño y su agua transparente.
Desde Split sale un ferry cada hora, por lo que resulta muy fácil y rápido pasar el día bajo el sol y darse una buena zambullida en este paraíso.
Adentrarse en el mar adriático, y tener la posibilidad de disfrutar de una vista de la ciudad desde las aguas, es una experiencia única.
Por último una recomendación, no hay nada como terminar el día a la luz de las velas en las calles internas del palacio de Split, disfrutando de una cena deliciosa en alguno de sus variados restaurantes, como en ZOI, uno de los restaurantes más solicitados de la ciudad por su ubicación privilegiada en la muralla, con vista a la costa, y una serie de platos de la cocina mediterránea que te sorprenderán.