Este mausoleo es un lugar con una rica historia a sus espaldas. Para poder entenderla tenemos que hacer un viaje al año 135 d.C, en el momento en el que en emperador Adriano lo mandara construir para que, cuando fallecería su familia y él mismo, pudieran descansar.

Se construyó en las orillas del Tíber y también serviría de lugar de culto para otros emperadores de importancia como Settimio Severo, Marco Aurelio, Caracalla, así como sus respectivas familias.

Lo que debes saber sobre el Castel Sant’Angelo

Para poder acceder a la cámara funeraria existía una peculiar rampa en forma espiral que descendía hasta ella. A pesar de que han pasado siglos, esta cámara todavía se sigue conservando al igual que su muro inferior.

Para construirla se utilizó el mármol blanco que no solamente le confería al lugar un aspecto de lo más especial, sino que lo hacía más resistente al paso del tiempo. Además, también se usaría el mármol amarillo en la zona del arco de acceso; desgraciadamente al ser un material tan visible, no tardaría en desaparecer en diversos saqueos durante los años siguientes.

Si avanzamos un poco más en el tiempo, el emperador Aureliano utilizó la sepultura en el año 403 cómo una gran fortaleza. En el año 535 también sería usado por el ejército bizantino con el objetivo de intentar tomar el control de Roma.

Por desgracia, con tanto movimiento en su interior, gran parte de su contenido, sobre todo las estatuas preciosas, quedarían destruidas.

Si nos movemos hacia el año 590, llegamos a una época de caos dónde la peste azotaba Roma dejando un completo remanso de cadáveres a su paso. El Papa Gregorio I tendría una visión en ese año en dónde vería al Arcángel San Miguel sobrevolando el castillo con una espada envainada; con este augurio se dio por finalizada la enfermedad.

Hoy día podemos encontrar en los Museos Capitolino una piedra circular que tiene una historia particular; según cuenta esa leyenda, sería justamente en esa piedra dónde el Arcángel se posaría para dar por finalizada la enfermedad.

A partir de la época del Papa Nicolás III, este lugar empezaría a reconstruirse. Primero se le agregaría un paso elevado de 14 metros quedando unido a través del Passeto Di Borgo con el palacio Vaticano, un alto muro de hasta 800 metros de largo; de esta manera los Papas se podrían llegar a proteger de posibles ataques.

Después de eso se añadirían también torreones y se daría por finalizada la muralla.

No tenemos que viajar mucho en el tiempo para disfrutar de una anécdota también muy curiosa: hace unos pocos años el Passeto fue motivo de enfado entre el Vaticano e Italia.

Para poder zanjar la disputa, Juan Pablo II acabó reconociendo su soberanía a Italia; si bien llegaron al acuerdo de que los primeros 80 metros que se inician en la Santa Sede pertenecen al Vaticano, sobre todo por motivos de seguridad.

Actualmente en el interior del Castel Sant’Angelo podemos encontrar el emblemático Museo Nazionale. Podemos visitarlo de martes a domingo en horario de 9h a 19h. Puedes reservar tu entrada al Castel Sant’Angelo aquí.

Si tenemos la suerte de poder verlo en verano podremos disfrutar de una visita al Pasetto.