Después de la Torre Eiffel, otro de los símbolos con los que se relaciona París es el Moulin Rouge, construido en 1889 y situado en el barrio rojo de Pigalle, en el Boulevard de Clichy, es uno de los cabarets más famosos del mundo. Aquí fue donde Celeste Mogador popularizó el baile del can-can francés.
El Moulin Rouge fue un idea de Joseph Oller y Charles Zidler que lo construyeron en el barrio que estaba de moda, el barrio de Montmartre. Al inicio al espectáculo solo acudían las personas de clase media de la ciudad pero, poco a poco, el interés suscitado atrajo a personas de la aristocracia que empezaron a acudir asiduamente a disfrutar del show.
Después que el can-can pasara de moda y sus creadores dejaran el proyecto, se creyó que era el fin del Moulin Rouge, pero en 1907 la aparición de Mistinguett, una bella mujer del mundo del espectáculo, fue quien se convirtió en la estrella del music-hall y recuperó el esplendor del despampanante cabaret. Años más tarde comenzaron las cenas con espectáculo en el Moulin Rouge y que hasta el día de hoy tienen un éxito rotundo a nivel mundial.
El Moulin Rouge no está al alcance de todos los bolsillos ya que sus entradas no son precisamente baratas. Sus precios suelen oscilar entre los 80€ y 190€, pero os aseguro que vale cada euro porque no decepciona a nadie. Podemos reservar los tickets al Moulin Rouge con champán o la entrada al espectáculo del Moulin Rouge con cena realmente exquisita. Algo muy importante y a tener en cuenta es que los tickets, a pesar de su precio, se agotan muy rápido, por lo que es muy recomendable reservar las entradas con la máxima antelación sino queréis quedaros en la puerta.
El cabaret está abierto todos los días y dispone de dos horarios para los espectáculos que se representan. El Moulin Rouge está abierto a partir de las 19:00 para empezar con la cena si lo deseamos. El primer espectáculo comienza a las 21:00 y el segundo a las 23:00. El show dura 2 horas y lo que podremos ver es el espectáculo de Féerie, en el cual las famosas chicas Dorris bailarán entre otros el popular can-can francés. Nos dejarán asombrados tanto la espectacular iluminación como los bailes con las excéntricas y originales indumentarias de plumas y lentejuelas de las bailarinas.
Dentro nos encontraremos una enorme sala con capacidad para 800 personas, muchos espejos y decorativos cortinajes muy bonitos que adornan el espacio, al igual que cuadros con fotos de antiguas estrellas de la época que actuaron allí. Lógicamente también la pista de baile gigantesca donde las bailarinas realizan su espectáculo y un escenario donde han actuado personajes como Edith Piaf o Frank Sinatra.
El local también dispone de 4 salitas privadas que se pueden reservar ya sea para comer o reunirse. Si vais a cenar tenéis amplia variedad para elegir, tanto menús con platos franceses como internacionales, además de menús vegetarianos.
Si no queréis disfrutar del show, podéis acercaros al cabaret y haceros una foto en su famosa fachada, por supuesto de noche, donde el juego de luces y su gran molino rojo de aspas móviles le dan un toque espectacular.
Si visitas París es imprescindible pasar por este mágico y popular lugar, símbolo de la alegría de las noches Parisinas y disfrutar de lo que nos ofrece el Moulin Rouge por lo menos una vez en la vida.